Piensa en esta imagen: Todas las decisiones que tomas lo haces por voluntad, tomando en cuenta lo feliz que eres y eso por lo que decides solo agrega a una felicidad que ya existe. Toda decisión apoya tu bienestar. Interactúas con otros con alegría y tolerancia; siempre en profundo respeto de tu integridad. Sirves al mundo por amor y no por obligación. Te amas a ti mismo de tal manera que solamente haces aquello que te da paz y bienestar… Tu mente, tu boca y tu actuar son una misma voz. — Al leer esto me siento bien… aunque una parte de mi se siente egoísta.
¿EGOÍSTA? pero si eso es “malo”. O así nos enseñaron. De lo que hablo es de cultivar un amor propio no visto y no enseñado. No nos enseñan a amarnos, sino a buscar y a expresar amor afuera de nosotros. Nos enseñan a dar, pero raras veces a recibir. Es más, al que es bueno para recibir le llamamos “ambicioso”… y he escuchado a más personas de las que me gustaría, justificándose y explicándome cómo su ambición es “buena”. ¿Quién dijo que pedir poco es noble y pedir mucho está mal visto? Nos enseñaron a sacrificarnos y que eso era amor. Nos enseñaron que el bueno se sacrifica, da mucho y pide poco, guarda silencio, es humilde, prudente, más digno de mérito… nunca le preguntaron al bueno si lo hacía queriendo o teniendo que…
Actuar desde la voluntad y la convicción de que a veces hay que hacer cosas incómodas para lograr un objetivo — y hacerlo con una sonrisa es un acto de amor propio. A veces nos toca hacer cosas que parecen difíciles y dolorosas, pero amorosas. La actitud con la cual las veamos y hagamos, definen si son o no un acto de amor para con nosotros, o las percibimos como una agresión.
[bctt tweet=”Cada día es una decisión. Mantén tu balance e integridad aunque algunos lo confundan con egoísmo. ” username=”@mquniverse”]
Finalmente todo es una decisión. Desde por qué hacemos lo que hacemos. Hasta cómo nos apreciamos o no en cada acción. Percibimos las cosas de modo automático… hasta que decidimos cambiar la percepción voluntariamente porque un significado nuevo se hace necesario.
“Estoy haciendo esto porque me brinda bienestar, me ayuda a crecer y porque siendo una mejor versión de mí estoy sirviendo al mundo. A veces eso que hago no es cómodo, como perdonar a quien me ofende. Pero es bueno para mi. Me da paz. A veces eso que hago es decir NO a una persona que espera un SI. Porque reconozco que valoro mantener mi integridad primero que tener la aprobación pasajera de otra persona”.
Finalmente te propongo una nueva definición de “egoísmo”: Hacer solo lo que te da paz y bienestar. Si eso significa dar tu tiempo a una causa, o compartir tu pan con el hambriento, ver cómo sonríe el amigo a quien consolaste, … si eso que para algunos es un sacrificio te hace feliz, te da paz y bienestar… sé egoísta. Porque cuando somos ese tipo de egoístas, el amor prevalece y el amor es la única verdad que hay.
Otras palabras que me gustaría redefinir:
Sacrificio: Acto voluntario, valiente y aparentemente incómodo que se hace desde la abundancia del corazón, para que otros estén bien.
Lealtad: Relación de honestidad y comunicación conmigo misma, en la cual tengo la capacidad de permanecer en mi propia integridad sin culpa y decir NO sin drama.
Matrimonio, Familia, Amistad y/o Maternidad: La mejor oportunidad de aprender a amar y amarme incondicionalmente, a sabiendas de que toda rosa tiene espinas, y eso no le quita su belleza. Espacio ilimitado para la creatividad, el perdón y aprender el arte de poner límites sanos.
Ambición: Convicción de la abundancia del universo y confianza en nuestra capacidad y derecho de recibirla.
Humildad: Ser capaces de vernos al espejo y reconocer la perfección con la que fuimos creados.
Prudencia: Pensar y editar antes de hablar o actuar.
Integridad: No robar, no mentir, no engañar, no abusar, no calumniar… empezando por mi.
¿Y a tí, qué palabra te gustaría redefinir para tener una percepción más sana, feliz y expansiva de su significado? Déjame tus comentarios.