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Se han dado cuenta de que todos esperamos un milagro y que gracias a las películas, tenemos en nuestra mente escenas de cómo se abre el cielo y todo se ilumina, detalles más, detalles menos que pueden incluir caballos blancos con alas, ángeles, haces de luz, truenos, arpas y una voz poderosa que nos habla…

¿Qué pasaría si los milagros como este son reales solamente en las películas? ¿Qué pasaría si no tuviéramos que esperar ningún milagro? ¿Qué pasaría si un milagro fuera nuestra manera diaria de vivir? ¿Qué pasaría si los milagros no fueran algo que “pasa” sino algo que “es”? ¿Qué tal si los milagros están esperándonos a nosotros? ¿Qué tal si los milagros realmente son, la transformación de la Fe verbal a una Fe dinámica? ¿Qué tal si los milagros somos nosotros? ¿Qué pasaría si un dia Dios nos enviara un mensaje diciéndonos: DESPIERTA Y SÉ EL MILAGRO QUE EL MUNDO NECESITA HOY?

Por un lado, mi opinión es que el milagro más grande es la vida. Y nosotros somos vida. Cada mañana Dios se las ingenia para despertarnos y que nuestro cuerpo funcione, que abramos los ojos, que respiremos, que nuestro corazón lata y la sangre lleve vida a cada espacio de nuestro cuerpo. SOMOS UN MILAGRO, recordémoslo. Seámoslo.

De acuerdo a Un Curso en Milagros “Los milagros -de por si- no importan. Lo único que importa es su Origen. El Cual está más allá de toda posible evaluación.”  Explica además que “Hacer milagros es unirse al amor. El amor  es el idioma del Creador, de Dios, de la Fuente donde provenimos. Realizar milagros solo es un medio para recordar el Amor. El amor por sí mismo es la creación perfecta, armónica y estable. Cada vez que un milagro se hace presente es porque un pensamiento amoroso ha surgido.” ¿Qué pasaría si ese acto de amor es con nosotros mismos? ¿Qué se necesita para “enamorarnos” de nosotros y en la misma medida amar al prójimo?

Sin amor, no hay milagros. Sin amor, cualquier “milagro” es solamente un acto de ilusionismo. El milagro lleva la firma amorosa de Dios. Esa firma está en cada uno de nosotros. SOMOS un milagro, así que dejemos de esperar que algo externo a nosotros suceda y SEAMOSLO…recordando nuestro origen que es el Amor.

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