“Mi lucha ha terminado. Estoy en armonía conmigo misma”.
Una meditación de 20 minutos guiada por Deepak Chopra hoy por la mañana, trajo a mi consciencia esta noción.
Dos frases aparentemente simples, pero que envuelven para mi, un inmenso tesoro. Entender que pasé una buena parte de mi vida luchando con los “deberías de”, los “tengo que” y otras formas de lenguaje y pensamiento limitante, y que ahora puedo hacer las paces conmigo misma y estar a mi favor… es sencillamente, un “aha moment” que apenas está revelándome el regalo que me trae.
Las constantes voces en nuestro interior (las creencias que tenemos sobre la vida, la gente, el dinero, las cosas, el trabajo, los clientes, etc) pueden ser agotadoras si están en contraposición a nuestro libre albedrío. Crecimos con un sistema de creencias programado socialmente para llenar las expectativas de otros. Es de esperar entonces, tener un debate interno entre lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. El objetivo es unificarlos para llevar una vida más congruente y por lo tanto, feliz.
Cuando lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos están en disonancia, es como si estuviéramos divididos. Esa idea le da otra dimensión a la frase “divide y vencerás”. Cuando lucho conmigo misma, es como estar dividida. Pero cuando estoy a mi favor, dejo que las cosas fluyan en lugar de resistirme y luchar.
Cuando estoy a mi favor, uso todos mis recursos, ideas y genialidades para mi bienestar. Cuando estoy a mi favor, observo, escucho, pienso y me comunico mejor. Cuando estoy a mi favor, me acepto total e incondicionalmente. Cuando estoy a mi favor, puedo ver que los únicos obstáculos están en mi manera de percibir las cosas, y para cambiar eso tengo la libertad y las herramientas para transformarlo. [bctt tweet=”Cuando estoy a mi favor, fluyo con la vida y la vida fluye en mi. #SoyLibre”]
Así que cada día puedo empezar el día eligiendo ser mi mejor aliada. ¿Cuántas cosas podría lograr si estoy siempre a mi favor y en armonía conmigo misma?