No siempre estoy feliz. A veces lloro y me enojo. A veces dudo y me cuestiono todo. Pero siempre mantengo la mente abierta y el corazón dispuesto para abrazar la vida y sonreír, a pesar de todo. Tengo el don del optimismo, de creer en milagros y de ver lo bueno de la gente, lo vulnerable, lo rescatable. No me gusta guardar rencores, ocupan mucho espacio en el alma. Prefiero soñar despierta que estar dormida en la realidad. Creo que los seres humanos somos capaces de maravillosas y valientes acciones… si tan solo alguien nos lo recuerda a diario. Ese es mi modesto plan para mis hijos: mostrarles de lo que son capaces, aunque toda una cultura diga “para qué cambiar las cosas, si siempre se han hecho así”.
No siempre estoy feliz. Pero siempre sé que #feliz es mi etiqueta original. Solo necesito recordarlo a diario. Esa es mi tarea diaria. Recordar………………..
Diálogos conmigo misma, MQ 2019